Los abrazos generan en nosotros bienestar, ya que al abrazar se segrega oxitocina (hormona relacionada al placer), se libera serotonina y dopamina (encargadas del buen humor), lo que genera una agradable sensación de armonía y plenitud, una dosis cargada de bienestar para el cuerpo y el alma.
Un abrazo ayuda a nuestro organismo a reducir el estrés, la presión arterial y el ritmo cardíaco, mejora el flujo sanguíneo, favorece al sistema inmunológico, estimula la hormona del crecimiento en los niños, disminuye las probabilidades de padecer demencia, aporta sensaciones de seguridad, energía y fortaleza. Este contacto físico contribuye a mejorar las relaciones de pareja y familiares, combate el insomnio, reducir la tensión y aumenta la autoestima, estimula del desarrollo y supervivencia de las neuronas.
A nivel psicológico un abrazo genera muchos beneficios como darte mayor confianza y seguridad en ti mismo, disminuye el enojo y la apatía, así como el estrés y la ansiedad, mejora el estado anímico, refuerza lazos. “Dice la tradición que cada vez que abrazamos de verdad a alguien, ganamos un día de vida.” Paulo Cohelo
Ahora que conoces algunos de los beneficios de los abrazos te invito a dar abrazos conscientes, ya que cuando abrazas a alguien los corazones se unen existe una conexión entre ambos individuos; por lo que al abrazar realiza lo siguiente: toma 3 respiraciones en la primera siente tu presencia y felicidad, con la segunda respiración siente la presencia del otro y su felicidad y con la tercer respiración siente la unión y manifestación de amor y felicidad entre ambos. Te propongo un reto de dar 5 abrazos conscientes al día y ser consciente de como te sientes antes y después.
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