Cada acto que realicemos bueno o malo tiene sus consecuencias y todo tarde o temprano regresa, es por ello que el karma es visto desde el hinduismo y budismo como un principio que mantiene el equilibrio universal, que establece justicia en esta y en otras vidas.
Generalmente cuando hablamos de karma se le da una connotación negativa, pero también existe el buen karma. Cada acción negativa que realicemos repercute en el mal karma que regresa a nosotros en algún punto de nuestra vida, pero el buen karma también se puede generar a partir de mejorar nuestro comportamiento con los demás, por lo que debemos actuar de acuerdo a los valores siendo más humildes, amables y generosos.
Nosotros somos los únicos responsables de nuestras elecciones, por lo que nuestra manera de hablar y actuar con los demás debe ser reflejo de lo que queremos para nosotros mismos. Así mismo es importante aprender de situaciones difíciles que se nos han venido presentado, ya que sino aprendemos esto nos seguirá ocurriendo hasta que hayamos integrado estas lecciones a nuestro conocimiento. "Cómo te tratan las personas es su karma; cómo reaccionas es el tuyo". (Wayne W. Dyer)
Esto puede sonar relativamente fácil, pero integrarlo en nuestro día a día conlleva un reto; ya que en ocasiones debido al estrés, cansancio o enojo tendemos a dirigirnos a los demás de un manera despectiva o con acciones que denota agresión hacia el otro. Por lo que te invito a observar la manera en la que te diriges a los demás o te expresas de los demás estén o no presentes, enfócate en el sólo por hoy esto resultará una práctica menos dura, talvez si hoy no lo lograste intenta mañana y al día siguiente, verás que poco a poco resulta menos desafiante. Así que cuéntame ¿En que situaciones te es más difícil mantener este buen comportamiento? ¿Qué cosas has hecho para evitar descargar tu ira o desesperación con los demás?
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